Pobre Che (ensayo que hice para el
concurso cubano Pensar a contracorriente,
no gané –y no porque los otros ensayos hayan sido mejores, sino porque
casi es como si a los perros trataras de hacerles entender que su mundo es
absurdo–)
No hay mucho que
decir de mí (pero como me piden una síntesis del Currículum), tal vez lo más relevante
es que desde mi primer año de escuela siempre fui el mejor de mi nivel escolar,
me pusieran contra quien me pusieran (y todos eran más grandes que yo, la mayoría tenía un año más de
edad, pero aun y así nunca tuve que esforzarme mucho. Pero la explicación de
eso está en la inteligencia con que nací, y esa inteligencia más otros factores
han producido lo que digo). Y a los 18 años de edad ya estaba casi a la mitad de la
licenciatura de Administración en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la ciudad de México,
pero la dejé porque había que arreglar al mundo, y en eso he estado hasta el
día de hoy (y en eso voy a seguir estando, porque no tengo de otra, porque es
necesario arreglar al mundo. Y lo que más he hecho ha sido leer, para poder
entender a un mundo tan complicado. Y ya tiene algunos años que también
escribo, y ya tengo muchas cosas escritas, pero la más importante es un
manuscrito que ya va como en su décima versión, en él estoy tratando de
explicar al mundo, y ese manuscrito hoy ya tiene más de 65 000 palabras. En http://arreglaralmundo.blogspot.com pueden ver algo de lo que he escrito).
INTRODUCCIÓN
Por dónde empezar a
decir las cosas increíbles que tengo que decirles no sólo a ustedes, sino a
todos los seres humanos del planeta Tierra.
Y quiénes son
ustedes, es decir, quiénes somos nosotros, quiénes somos los que queremos
arreglar al mundo, y arreglarlo desde bases reales, no desde buenos deseos o
desde visiones parciales de lo que pensamos que es el mundo, de lo que pensamos
que necesita el mundo, es decir nosotros, los seres humanos, que tenemos
necesidades, problemas, injusticia, desigualdad, sujeciones, mentiras, culpas,
impedimentos, historia, una historia que llega hasta lo que los seres humanos
somos, y hasta lo que es el mundo.
Y nosotros los que
hemos querido arreglar hasta hoy estamos impotentes, sin saber por dónde poder
con una humanidad tan de miles de cabezas y en donde medran los que hasta hoy
han medrado: los perros más grandes.
Los seres humanos
somos como los perros, unos seres naturales más, es decir, lo que somos no es
mérito nuestro (ni culpa), pero hasta
podríamos compadecernos de los pobres perros que viven en su mundo de perros,
en un entendimiento acorde a eso, sin sospechar siquiera que nosotros los
humanos podríamos estar en una situación parecida. Porque, de dónde sacamos ese
sentirnos la gran cosa, sentir, creer, tener una sobredimensión de lo que es lo
humano, cuando en realidad los pobres seres humanos somos unos pobres perros
más, y hasta hoy dominados (forjados), no sólo por la naturaleza a la que pertenecemos, sino por
nuestros perros más grandes. Pero así es esto
(así es entre los perros: unos aprovechándose de su
fuerza, y otros teniendo que aguantar, pero ambos de espaldas a un mundo, en
donde ambos son sólo perros, pero mientras tanto hay injusticia en ese mundo de
perros, y también hay peleas contra la injusticia, pero peleas desiguales, y en
esas peleas ha caído gente como el Che, gente buena, gente que lucha por los
demás, o porque no puede acomodarse al mundo, a un mundo que necesita arreglo,
pero no cualquiera puede darse cuenta de eso, y mucho menos de la cantidad de
arreglo que necesita. Para eso habría que entender al mundo, y ninguno de
ustedes lo ha entendido, ninguno de ustedes ha podido entenderlo, en ninguno de
ustedes se había podido producir eso, lo más que se ha podido producir en
ustedes ha sido algo parecido a lo del Che, porque incluso el tener un
entendimiento de tipo científico es un poco más fácil, más común… dentro del
mar de sonambulismo en que están ustedes todos y cuyos mejores representantes
son la mayoría de ustedes, todos ésos que creen en Dios o en brujerías o que
tienen un pensamiento de derecha, pero aun la mayoría de los que se dicen de
izquierda están ahí, muy lejos del extremo de la izquierda, de esa locura como
la del Che que sólo el asesinato podía cortar).
Y para poder
entender al mundo tendríamos que irnos a las bases del materialismo, es decir,
a las bases del pensamiento materialista, es decir, a las bases de la filosofía
materialista. Ahí podríamos hallar la respuesta nosotros, los que queremos
arreglar al mundo, los que hasta hoy hemos naufragado, y muchos náufragos ya
están muertos, como el Che. Un Che que no es sólo nuestro símbolo, sino que
también es nuestro mejor ejemplo de en lo que hasta hoy hemos estado atrapados
los seres humanos. Los seres humanos somos unos perros más, pero hasta hoy
hemos estado igual que ellos, igual de ciegos, igual de atrapados.
La filosofía
materialista afirma que la sustancia fundamental de la naturaleza es la materia
y que todas las demás cosas incluido el pensamiento son resultado de las
interacciones de esa materia (y la filosofía idealista decía palabrería aún más enredosa,
hablaba de Idea, que venía siendo una especie de Espíritu, una especie de Dios). La filosofía materialista afirma que el mundo es material
y que el pensamiento humano puede comprenderlo… pero ustedes no han podido
comprenderlo. Pero esto tiene su explicación: el mundo es material, pero, así
como (por causas del mundo, es decir, por como
es el mundo) los perros están en un nivel de
pensamiento (en un mundo de pensamiento, o sea,
lo que ellos ven, lo que ellos viven, lo que para ellos es el mundo. En sus
ladridos, gruñidos, gemidos y aullidos se puede ver lo que les ocupa, lo que
les preocupa, lo que aman, lo que odian, lo que temen, lo que buscan…), así también están ustedes, ustedes todos.
En este ensayo voy a
explicar a un mundo que es material, pero ustedes tampoco entienden mucho (hasta hoy ustedes todos han
mostrado que no entienden mucho, ustedes han mostrado que en la etapa en que
están ustedes no se entiende mucho, todavía se está en algo parecido a lo del
perro, no obstante que ustedes sí pueden entender más, es como una paradoja,
pero sólo somos seres naturales, sólo somos lo que somos, lo que podemos ser,
como podemos ser) la alternativa a un Dios (a
que un Dios haya creado al mundo), o sea, el
materialismo, a eso se puede reducir el materialismo, a qué es este mundo, de
qué es este mundo, de quién es este mundo, cómo es este mundo, este mundo que
es (y tampoco es mucho mérito concebir
materialismo, cuando la otra alternativa, que haya alguna especie de
Inteligencia Superior, es muy absurda, porque el mundo no es así, nunca ha
habido pruebas de un mundo sobrenatural, de un mundo mágico, de un mundo regido
por espíritus).
Y se trata de
liberar a una humanidad que está mal, se trata de que los malos ya no sigan
dominando y que los buenos no sigamos desgastándonos (y hasta
muriendo, como el Che, siendo asesinados por ésos que medran porque pueden medrar,
ésos que pueden medrar en este mundo material, es decir, en este mundo solo, en
donde los perros están a sus propias fuerzas, en donde los perros son sólo
perros, pero no lo saben) en esta lucha por la
humanidad. El problema es que esta lucha (por
la justicia, por la cordura, por el bien, por la decencia, por la igualdad)
se da en un mundo material, y entonces esta lucha
tiene que hacerse desde la realidad, no desde visiones limitadas de la realidad
(y ahí entra el materialismo tan ciego de
ustedes, un materialismo que le da al pensamiento poderes que otros le dan a un
Dios. Pero este tipo de materialismo de ustedes es natural, normal, así iba a
tener que ser, pero en este tipo de materialismo se han quedado atorados los
pocos de ustedes que han llegado más lejos en el pensamiento de un mundo, ahí
quedó atorado el Che. Pero es que este mundo material tiene caminos, y los
caminos de ustedes son caminos que no llegan a ninguna parte. Este mundo
material está muy metido dentro de sí). Pero
hasta hoy no sabíamos la realidad a la que pertenecemos, en la que estamos
atrapados, pero hoy estamos doblemente atrapados, igual que los perros. Pero
nosotros los humanos podemos ser un poquito más de lo que hasta aquí hemos
sido, de lo que hasta aquí teníamos que ser, de lo que hasta aquí hemos tenido
que ser, por causas del mundo, porque así es el mundo, el mundo material, un
mundo que parece más grande de lo que es, pero es pequeño, limitado, absurdo, y
nosotros los humanos podemos entenderlo (pero
hasta hoy ustedes no lo han entendido, pero ustedes lo han sido como se supone
que debían serlo, o sea que todo está normal, terrible, pero normal,
normalmente absurdo).
¿QUÉ ES EL MUNDO?, ¿QUÉ SOMOS LOS SERES HUMANOS?, ¿Y QUÉ SON LOS
PERROS?
El mundo es material,
esta “teoría” surge sólo por los datos que muestra el mundo, esta “teoría” no
es producto de deseos, caprichos, mala fe o maldad de nadie.
El mundo es
material, es decir, no es espiritual, es decir, no hay espíritus, es decir el
mundo no es creación de un espíritu grandotote llamado Dios.
El mundo es material
y en él hay pensamiento, es decir, conciencia, pero este pensamiento es en
niveles, como el de los perros, o como el de nosotros.
El mundo es
material, pero en este mundo material hay mundos, como el mundo que viven (que piensan,
que creen, que entienden) los perros, o
nosotros… o ustedes (o los locos, o los niños,
o los ignorantes, o todos los humanos hace 5 millones de años). Y en esos mundos de pensamiento el mundo es pensado,
creído, entendido, y medio entendido.
El mundo (o la
naturaleza, o la realidad, o el ser, o como sea que le llamen a esta cosa en
donde somos) no fue creado por ningún Dios, y
sin embargo la mayoría de la humanidad cree en Dios, es decir, en un creador,
en algún creador, en algún tipo de creador. Pero eso llamado Dios no es el
problema, no es el enemigo, eso llamado Dios es sólo algo más que siempre habrá
en los seres que sean como nosotros (eso
llamado Dios es sólo un síntoma más de un mundo material en el que hay
pensamiento, pensamiento que puede engañarse, pensamiento que no es la gran
cosa, pensamiento que es sólo una cosa más del mundo y que lo único que puede
hacer es pensar, imaginar, construir castillos en un mundo material, eso llamado
Dios es sólo el ejemplo perfecto del mundo en que están ustedes, de la clase de
pensamiento en que están ustedes, ustedes todos).
El problema de Dios es que no es (el problema
es que no hay nadie viendo, cuidando, protegiendo, a los perros y a los humanos,
y a los antílopes y a los leones), porque si
el mundo no fue creado (por alguien, por algo), entonces el mundo no tiene propósitos, objetivos, y no
los tiene, y eso nos deja sin futuro, eso nos condena, pero aun y así tenemos
tareas, obligaciones: liberar, a unos humanos (los
perros no saben que el mundo no tiene sentido, los perros no saben que sólo son
perros, los perros no saben que sólo son porque son posibles, los perros no
saben que viven en injusticia, en desigualdad, en una vida de perros, en una
vida sólo para perros) que viven en
injusticia, en desigualdad (en un mundo de
perros en donde el poder lo tienen los perros más grandes, un poder que les dio
la naturaleza, o la suerte, al haberlos hecho más fuertes, o al haberles tocado
ser eso, tener que ser eso, así, en los perros domina la fuerza más fuerte, en
nosotros también, la belleza y la inteligencia son fuerzas menores), y creyendo cosas: que hay Dios (o cosas como ésas: dioses, espíritus, aparecidos, almas en
pena, diablos, duendes, hadas, astrología, tarot, ovnis misteriosos,
extraterrestres cuya inteligencia sólo les da para hacer figuras en los
trigales de Inglaterra…), o que el futuro de
la humanidad es una sociedad sin clases…
O, ¿qué piensan,
¿qué creen, ¿qué es lo que creen, ¿qué es lo que esperan?, y los seres humanos
sólo somos unos seres vivos, unos organismos vivos, unos organismos que tienen
vida, que tienen necesidades: tenemos que respirar, tenemos que dormir, tenemos
que tomar agua, tenemos que comer, tenemos que ir al baño, tenemos necesidades
sexuales (y no me voy a meter en eso de la sexualidad, pero no todos
los seres humanos nacemos con los genitales igualitos, igualitos en cada
hombre, igualitos en cada mujer, ustedes no ven tanto que hay, tanto factor que
hay en este mundo, tanta desigualdad, tanta injusticia, sólo en las cegueras es
donde puede ser Dios o cualquier otro sueño guajiro que hasta hoy hayan ideado
ustedes, todo lo que se puede idear en el mundo ustedes, en el mundo en que
están ustedes, lo que hoy ven ustedes, lo que hoy piensan ustedes, cualquiera
de ustedes), tenemos necesidad de amor, amor
de unos padres, amor de una pareja, amor de unos hijos… y mientras vivamos, es
decir, mientras tengamos vida, mientras queramos que esta vida se siga
preservando, tenemos que cubrir esas necesidades, pero para qué, si esto
(la vida, el ser, el mundo) no tiene sentido, si no hay una meta hacia la que haya que
llegar. Pero hoy estamos engañados, y estafados, dominados, no sólo por
nuestras necesidades naturales, sino por amos que nos complican aún más esta
vida de por sí tan difícil (sólo en
inconsciencia de niño, de niño inconsciente, es como se podría pensar que la
vida es maravillosa), en donde hay enfermedad,
síndromes (síndromes que producen humanos fuera
del estándar, como el síndrome de Down o como los síndromes del espectro
autista, pero los síndromes más desconocidos hasta hoy son los síndromes de
tipo sexual: síndrome de insensibilidad a los andrógenos, síndrome de
insensibilidad a los estrógenos, síndrome de exceso de aromatasa, síndrome de
deficiencia de aromatasa, síndrome MRKH, síndrome del conducto de Müller
persistente, síndrome 47XYY, síndrome 48XXYY, síndrome 47XXX, síndrome 48XXXX,
síndrome de Turner, síndrome de Klinefelter, síndrome de Swyer, síndrome de La
Chapelle, síndrome de Kallman, síndrome de Perrault, síndrome de Robinow,
síndrome de Frasier, síndrome de McKusick-Kaufman, síndrome de Bardet-Biedl,
síndrome de Denis-Drash, síndrome de Smith-Lemli-Opitz… y en los síndromes de
tipo sexual es donde están las causas de eso que ustedes llaman homosexualidad,
y curiosamente en algo sí han coincidido el Dios de ustedes y el materialismo
de ustedes: en condenar a los “homosexuales”, ustedes todos están ciegos, pero
unos más ciegos que otros. Materialismo significa simplemente que la realidad
es material, es decir, que no es de creación, que no es de inteligencia, que no
tiene fines. Materialismo viene a significar modos, que no son regidos por
inteligencia, por razones, por bondad. Y el materialismo –y en filosofía materialismo significa que la única
sustancia de la realidad es la material, el materialismo filosófico afirma que
no hay sustancias espirituales. Y en el lenguaje común materialismo significa
búsqueda de riquezas en lugar de búsqueda del desarrollo “espiritual”. Y el
mundo es material, pero los filósofos están casi igual de perdidos que los
bobos que hablan de espiritualidad– simplemente
es por ver cómo es lo que hay, cómo se comporta, cómo se mueve, qué sí es, y
qué no es. Pero ustedes nunca han podido ver mucho de los datos de todo esto,
de la realidad, del ser, del mundo. Ustedes nunca han podido entender que
tenían que entender sólo con lo que veían, no con conceptos de ustedes. Y
luego, cuando yo nací, y crecí, yo pude verlos como están, como tontos, todos,
y unos –la mayoría– más que otros, pero todos tontos, y yo también caí en
conceptos míos, y he tenido que aprender que de lo que se trataba era de decir
esto, no lo que yo quería, o en lo que yo quería encorsetar al mundo), envejecimiento… y entonces, si quisiéramos hacer que
nuestra vida en un mundo sin sentido tuviera alguna razón, sólo tenemos a la
felicidad, hacer un mundo humano en donde pudiéramos ser felices, pero todos,
todos los humanos (hacer la felicidad para los
perros está más allá de nuestro poder, y sería inútil, no toda la vida siente,
y no toda la vida tiene la misma cantidad de pensamiento, es decir de
sentimiento, pero cuando los humanos somos, sentimos mucho, necesitamos mucho,
pero algunos humanos sienten más que el estándar, algunos humanos piensan más
que el estándar, pero no son muchos, por eso no hay muchos Ches, o Carlos
Fonsecas), ahí está la verdadera diferencia
entre derechistas e izquierdistas, en el egoísmo y en la necesidad de justicia,
de igualdad, pero total.
Podemos ver las
opciones de los humanos, es decir, las necesidades de los seres que llegan
hasta tanto, hasta sentir y pensar tanto, los perros no son tan complicados,
sólo son perros, pero hasta hoy la mayor parte de la humanidad ha estado condenada
a casi una vida de perros, pero de los perros más sometidos, de los perros más
débiles, como ésos que hace 100 años estaban esclavizados en los hornos de
Yucatán, y que vivían espinándose y cortándose, pero vivían, no se suicidaban,
aguantaban, para qué, por qué, porque así es la vida, necia, sonámbula… y gente
como el Che ha luchado por este mundo, han tratado de por lo menos dar justicia
económica (y se han aferrado a lo que han podido, ya que no podían aferrarse
a un Dios, a un Dios al que los pobres esclavos sí se han aferrado, al Dios de
los amos, al Dios de amos y esclavos, ese Dios de amos y esclavos, esa
ignorancia, para querer ser amo, o para aguantar esclavitud, esa ignorancia,
esa inconsciencia, ese ser casi de perro), pero las necesidades humanas son muchas más, los humanos
requerimos ser felices (por eso ha habido cosas como ésas de los epicúreos y de los
libertinos), no sólo tener el estómago lleno,
aunque eso sea de lo primero que haya que atender, pero también hay asuntos
como (el problema, el grave problema de) la fealdad (el mundo material no es de nada, sólo es material, es
decir, solo, natural, sin dirección, sin intenciones, no es de justicia ni de
injusticia, pero en él hay injusticia, desigualdad. Y el pensamiento se da
cuenta, es lo más básico que puede hacer, pero ustedes se dan cuenta de tan
pocas cosas, de la naturaleza ustedes han salido programados para poder darse
cuenta de tan pocas cosas, y los perros tampoco pueden darse cuenta de tanto
que hay. El día que ustedes hubieran empezado a darse cuenta de que había que
arreglar al mundo humano, hubieran tenido que haberse dado cuenta de que la
vida es injusta, de que no todos nacemos con las mismas armas, que, a unos, a
muchos, a muchísimos, la naturaleza los condena a vivir vidas más difíciles que
a otros, ustedes hubieran tenido que darse cuenta de hasta dónde había que
arreglar al mundo, que la pobreza se debía a injusticia humana, y que la
fealdad se debía a un mundo que tenía muchos más problemas que la injusticia
humana, pero ustedes no han llegado a tanto, ni siquiera han podido darse
cuenta de todas las causas de la pobreza. Ustedes no han visto todos los
problemas ni sus causas, la vida necesita tantas cosas para ser plena, el mundo
material necesita tanta corrección, necesita tanto de un Dios, de justicia, de
responsabilidad, y lo único que tiene es pensamiento, como el de los perros, o
como el de ustedes), o como el envejecimiento.
Este mundo no es
para seres que sienten tanto, este mundo es para perros, para seres que no
pueden conocer derechos y obligaciones, para seres que ni siquiera pueden darse
cuenta de que por lo menos deberíamos ser iguales (ustedes se dan cuenta de
cosas, de algunas cosas, los perros también, pero, por qué no se dan cuenta de
que el mundo no tiene sentido y que por esta razón ni siquiera en el bien total
se puede ser, pero que sin embargo aun así hay que enfrentarse al mal, a lo que
está mal, a lo que es causa de mal, de problemas. Y en el enfrentarse a las
causas de los problemas está la diferencia entre ustedes, entre derechistas e
izquierdistas, entre izquierdistas e izquierdistas, entre revolucionarios y
revolucionarios, de ahí salí yo, de ahí salió el Che, un Che que es el tope de
ustedes, del Che para abajo están todos ustedes: derechistas, izquierdistas,
revolucionarios, simuladores, periquitos… científicos, filósofos, pensadores,
religiosos, espirituales, ecologistas, defensores de la libertad de expresión,
feministas, demócratas, vegetarianos, violadores, mariguanos…), para seres que casi no
piensan que si nos organizáramos, todos podríamos tener todo lo necesario, sin
tener que chuparles la sangre a otros, o sin tener que dejar sin sangre a
otros. Pero el asunto es aún más, esto no es suficiente, porque el mundo no
tiene sentido. Pero hoy estamos peor que el mínimo indispensable (porque esto
de la igualdad tiene un máximo que llega hasta la clonación, para que todos
fuéramos exactamente iguales, para que no hubiera más diferencia que el ser
hombre o mujer, ya no habría ricos y pobres, ni bellos y feos, ni sanos y
enfermos, ni heterosexuales y “homosexuales”, ni altos y chaparros, ni enanos,
sólo seguiría habiendo hombres fuertes y mujeres menos fuertes, pero ésas son
diferencias sexuales, los humanos no somos humanos a secas, somos hombres o
mujeres, sentimos como hombres o como mujeres, reaccionamos como hombres o como
mujeres. Pero todavía seguiría habiendo el problema del envejecimiento, porque
además de seres de pensamiento completo los humanos somos seres vivos,
organismos vivos, y la vida es sólo un fenómeno más, tiene sus procesos).
Nosotros no somos la
primera humanidad, nosotros no somos los primeros (en algo que
es eterno nunca hay una primera vez, así como nunca habrá una última vez. Y el
mundo es eterno) seres que tienen que
enfrentarse a las cosas más profundas de este mundo (de esto que hoy es y que nadie creó, de esto que hoy es,
pero que así como es en nosotros sólo lo es en seres como nosotros, en este
nivel de mundo, es decir, de pensamiento, en que estamos nosotros) tan
raro (pero que es lo que es, lo único que es, el ser
es esto, así, y el pensamiento puede pensarlo, y comprenderlo, aunque sea
incomprensible, absurdo, sorprendente, pero absurdo), a las justificaciones, a las razones, a la validez de
tener que ser así, pero por lo pronto hay que liberar (hay que desencadenar un poco. Y las cadenas no son las de
los imperialistas, son las del mundo. Los imperialistas sólo son unos de los
tantos grupos de dominación que hay entre los humanos, los imperialistas sólo son
unos aprovechados más que tratan de mantener sus privilegios) a estos humanos del planeta Tierra, lo demás ya vendrá
después, tendrá que venir, nosotros no somos la primera humanidad, antes de
nosotros ya ha habido millones de millones (billones
de billones, trillones de trillones… la eternidad no tiene un límite) de humanidades y todas han tenido que enfrentarse a los
verdaderos problemas, a los problemas más grandes del ser, no sólo a quitarles
el control a todos los explotadores (a todos
los aprovechados) que hacen que la vida sea
peor de lo que es, casi como de perro, para perros.
Lo único que podemos
hacer los humanos es arrancar a los humanos de esa inconsciencia como de perros
en que hoy estamos atrapados. Tenemos que lograr que estos humanos del planeta
Tierra sepan su realidad: que sólo somos unos pobres perros más, pero que hoy
estamos igual que los perros, muy atrapados, muy ajenos a lo que es el mundo, a
cómo es el mundo.
O, con qué se
engañan, qué es lo que creen, qué viven, adónde creen que van, hacia dónde… con
los temas normales del mundo de ustedes: Dios, materialismo. Y Dios es irreal.
Y cuál materialismo, como lo veía Epicuro, o como lo veía Marx. Y el
materialismo de Epicuro trataba de evitar el dolor, y el materialismo de Marx
trataba de evitar la injusticia (y para eso construyó todo un edificio, que Lenin alteró un
poquito, y que Stalin y Mao y Gonzalo y otros alteraron aún más… casi casi lo
mismo que ha pasado con los edificios religiosos). Y todavía tenemos la tarea de evitar todo mal, toda causa de mal, toda
causa que pueda provocar mal.
Y la única
alternativa a Dios es un mundo material, es decir, un mundo solo, un mundo sin
un creador, un mundo natural. Pero, así como el pensamiento humano da para
creer en un Dios del que no hay el más mínimo indicio, así también el
pensamiento humano da para muchas más cosas, como esa filosofía materialista de
ustedes. Pero en las cegueras e ignorancias de ustedes todos es donde puede
verse la materialidad de un mundo, de un mundo solo, de un mundo que tiene
cosas, pero que esas cosas son cosas naturales, sólo son lo que son, como
pueden ser, parecen maravillosas, pero tienen límites, y modos (el estado
sonámbulo en que todos ustedes están hoy muestra que todo lo que han logrado es
natural, normal, porque no han logrado casi nada comparado con todo lo que
hubieran podido lograr, y sin tanto dolor, sin tanto crimen de más, sin tanto
sufrimiento de más, sin tanto egoísmo, sin tanta ignorancia, sin tanto daño
consciente, deliberado. Pero como nada importa, como la humanidad sigue, a
pesar de todos los muertos, a pesar de todos los errores, a pesar de todos los
horrores. Y como al final nada importa, porque la muerte todo lo acaba, y algún
día este universo no será, esta humanidad del planeta Tierra no será por
siempre, aunque siempre vivieran engañándose con un Dios, o, aunque vivieran
desde marxismo, o desde ciencia. Los seres que son como nosotros cuando están
en la etapa en que están ustedes siempre van a tener filosofía, religión,
ciencia, y la política es sólo la manera en cómo van a estar organizados, para
la vida diaria).
El asunto es que el
mundo es un mundo fijo, lo único que faltaba era saberlo. El mundo es una
película que ya está hecha y sólo nos faltaba conocerla, saber en qué escena
estamos hoy.
En el mundo hay
pensamiento, pero el mundo no es de pensamiento, es decir, el mundo no fue
creado por alguien con pensamiento. Y sin embargo ustedes se han engañado con
el pensamiento (pero nosotros los humanos sólo somos lo que somos, sólo
somos unas cosas naturales más, lo nuestro no es nuestro, es decir, no es
mérito nuestro, no es culpa nuestra, nosotros no nos hicimos a nosotros mismos,
nosotros simplemente hemos estado siendo lo que se es en lo que somos, esto que
hoy somos nosotros ya otros lo han sido, y otros lo serán, la posibilidad de
que en los planetas se produzcan seres como nosotros es infinita, eterna. Y
podría ser que nunca volviera a haber perros como los de aquí del planeta
Tierra, pero siempre habrá la posibilidad de que haya seres como ellos, es
decir, en ese nivel de pensamiento en donde se es como perro o como perico o
como delfín o como chimpancé, y el siguiente escalón del pensamiento somos
nosotros, seres como nosotros, y ésos sí serán siempre como nosotros, aunque no
tengan cuerpos o caras exactamente como los nuestros, pero sería muy raro que
no se nos parecieran, porque los seres que pueden lo que podemos nosotros son
tan especializados que ahí la variedad ya no puede ser mucha), lo han hecho Dios, es decir, a eso que llaman Dios le han
dado características del pensamiento aumentadas hasta el infinito. Pero también
desde filosofía materialista al pensamiento lo han creído más grande de lo que es,
ustedes todos creen que tienen conciencia, pues no la tienen, o más bien, la
conciencia de ustedes es como la de los perros: ciega.
Pero lo único que puede hacer el
pensamiento es pensar, es decir, entender, creer, y vivir el mundo así. Y en
los perros y en ustedes es donde puede verse esto. Y si los menciono a ustedes (y los voy a
mencionar mucho) es porque en ustedes el
pensamiento está increíble, en los perros el pensamiento no es mucho, en
nosotros sí, pero en ustedes no. Y la situación en que están ustedes y los
perros es la clave del mundo: ustedes y los perros tienen ojos, pero no ven
mucho, es decir, no se dan cuenta (no se pueden
dar cuenta, así fueron hechos por la naturaleza, es decir, así son sus
naturalezas. Y el mundo tiene muchas cosas, pero no todas son iguales, no todas
tienen las mismas características) de muchas
de las cosas del mundo, viven en un pensamiento cerrado, y por eso son como
son, por eso están como están: doblemente esclavizados, por un mundo en donde
hay límites, y por unos perros grandes que les dirigen el rumbo. Y el mundo
sólo puede conocerse por sus cosas, a través de sus cosas, a través de cómo son
sus cosas, de lo que pueden o no pueden sus cosas.
Sólo en el
pensamiento el mundo es en pensamiento, y pensamiento hay en nosotros y en los
perros… y en ustedes. Son 3 los principales niveles de pensamiento que hay en
el pensamiento. Y en el mundo hay muchas cosas, pero pueden verse 2 grupos
principales: las cosas que tienen pensamiento y las cosas que no tienen
pensamiento. Pero las cosas que tienen pensamiento son en 3 niveles claramente
definidos, porque cada nivel de pensamiento da a un mundo, a lo que se entiende
del mundo, a lo que se piensa que es el mundo, y no es que yo sepa lo que los
perros piensan del mundo, pero se les puede ver, que piensan algunas cosas,
pero que no se dan cuenta de todo lo del mundo, o al menos de lo principal del
mundo, y casi lo mismo pasa con ustedes, con ustedes todos, no sólo con los más
absurdos de ustedes que son la mayoría
(y esa mayoría es el peor ejemplo de ustedes, de lo
que son ustedes, de lo que se puede o no se puede en el nivel en que están
ustedes), sino con todos ustedes. Y no todos
ustedes piensan igual, pero todos ustedes están capacitados (por cosas de la naturaleza, una naturaleza material, es
decir, sola, una naturaleza de cosas naturales, posibles, repetibles) para un pensamiento mayor que el del perro, pero todos
ustedes también se quedan a medio camino, están a medio camino (no sólo porque no han podido darse cuenta de lo que es el
mundo, sino porque parece que están en otro mundo, ven otras cosas, cosas
inexistentes, y cosas no muy grandes, aun los más capaces de ustedes).
En el mundo hay 3 (ó 4) tipos diferentes de cosas: las cosas que no tienen
pensamiento (como las piedras, como las estrellas), las cosas que alcanzan un nivel de pensamiento como el
del perro (como hasta donde puede entender el
perro), y las cosas que alcanzan un nivel de
pensamiento como el de nosotros, pero también están ustedes, el mundo que
ustedes viven hoy, creen hoy, piensan hoy, entienden hoy, en el que están
encerrados hoy, y ahí los problemas son cosas como el imperialismo (apenas ayer recordé que el imperialismo es la fase superior
del capitalismo, según Lenin), cuando las alimañas que son los pobres (cómo decirles sin que se ofendan: muy egoístas, o casi
descerebrados, porque entre ésos está el famoso Trump) imperialistas se quedan pequeñas ante el tamaño de los
problemas reales del mundo (y de lo que en el
mundo hay para seres como nosotros, de lo que nos espera a nosotros, de lo que
tendremos que hacer nosotros, de lo que tienen que hacer todas esas cosas del
mundo que lleguen hasta este nivel de las cosas, un nivel que no es el máximo
nivel de las cosas, pero sí el más complejo, el más complicado).
Y estos 3 ó 4 tipos
diferentes de cosas son definitorios, porque son las mayores cosas a las que
puede llegar el mundo (una estrella es una cosa grandísima, pero no puede mucho,
porque no tiene voluntad, no tiene inteligencia, no tiene pensamiento, ni
siquiera tiene vida, de la que podría surgir el pensamiento, esa cosa poderosa
que puede llegar a hacer monstruosidades, monstruosidades peligrosas porque son
de voluntad, voluntad que sólo viene en el paquete del pensamiento, monstruos
como los imperialistas, egoístas como los imperialistas, asesinos deliberados
como los imperialistas, aunque a veces ni siquiera tengan que mancharse las
manos, ellos no sólo están sosteniendo sus privilegios, sino también las
miserias de los demás, los vicios de los demás, la vilezas en que están
esclavizados los demás), son las mayores cosas
que puede haber en el mundo (en un mundo
material eterno, porque hoy es, está andando, y no lo echó a andar nadie, nada,
es solo, es raro, pero es, y sólo desde el pensamiento puede pensarse, pero los
perros también piensan, pero Trump también piensa… ésos son los datos
principales del mundo), fuera de estas cosas
el mundo no tiene más misterios, más sorpresas, más monstruos. Estos tipos de
cosas son lo que es el mundo, dan una idea de lo que es el mundo, un mundo
increíble, pero pequeño, limitado.
Lo que hoy somos nosotros es repetible (“nosotros” surgiremos a partir de eso en lo que están los
demás “animales”, pero nos meteremos en el mundo en que todos ustedes están hoy.
Pero tarde o temprano los humanos se liberan de ese mundo, de todas las
categorías de ese mundo), nosotros los humanos
del planeta Tierra sólo somos una humanidad más, esto que somos nosotros es lo
que sigue del perro (es lo único diferente que
puede salir del perro, es lo único que sale del perro y no es perro, como
perro), y el perro es lo que sigue de la
piedra (es lo único diferente que puede salir
de la piedra, es lo único que sale de la piedra y no es piedra, como piedra. La
materia tan sin vida como las piedras puede producir el fenómeno de la vida, y
la vida tiende hacia voluntad, hacia inteligencia, hacia pensamiento, hacia
seres como los perros, y hacia seres como los humanos). Y seres de estos 3 tipos son lo único que hay y ha habido
y va a seguir habiendo en este mundo eterno, seres como las piedras (cosas que no piensan),
seres como los perros (cosas que piensan un
poco), y seres como los humanos (cosas que piensan más que los perros, o que los ratones, o
que las moscas). No hay seres de otros tipos,
no hay seres diferentes a éstos (no hay seres
espirituales, ésos serían los únicos otros seres que pudiera haber, seres con
todas las características del pensamiento, pero sin el sello de la materia: sin
tener que defecar, sin tener que respirar, sin tener que alimentarse, sin tener
que envejecer, sin tener que estar sujetos a las miserias y procesos de la
materia), porque lo único más diferente del
mundo es el pensamiento, pero pensamiento hay en los perros, es decir, el
pensamiento tampoco es algo especial, superpoderoso. En el pensamiento se hacen
mundos, como el mundo de los perros, y como el mundo de ustedes, y ahí es Dios
(ahí surge Dios, ahí se inventa a Dios), y la alternativa a Dios (porque
es obvio que no hay tal Dios, bueno no tan obvio, durante miles de años
absolutamente todos los humanos creyeron en Dios o en algo parecido a Dios,
fuerzas espirituales, fuerzas mágicas, fuerzas arbitrarias. Y cuando somos
niños todos los humanos creemos en Dios o en algún tipo fantasioso de mundo)
más estructurada hasta hoy en el mundo de ustedes ha
sido el marxismo, es decir, el materialismo según Carlos Marx.
Y el materialismo es la única
posibilidad que puede explicar esta cosa en la que somos, esta cosa en donde
nacemos y morimos. Y el mundo es material, pero tiene modos de ser. No es
ninguna casualidad que ustedes no hayan podido entenderlo, en este mundo
material hay un nicho como en el que hoy están ustedes, ustedes todos.
Cuando en ustedes surge el pensamiento
materialista ya tenía mucho tiempo que ustedes estaban muy metidos en el mundo
en el que hoy siguen estando metidos, en un mundo de pensamiento muy ciego, con
muchas ignorancias (el hecho de que
aun hoy la gran mayoría de los humanos esté muy ignorante es el mejor ejemplo
de la clase de mundo en que hoy están ustedes. Pero no es de ustedes, ustedes
sólo son lo que son, lo que pueden ser, como pueden ser, son cosas del mundo,
de las cosas del mundo, de los procesos de las cosas del mundo, de un mundo
material, es decir, de un mundo solo, raro, pero sencillo de entender, al menos
sus límites hacia arriba, hacia sus máximos, hacia sus máximas cosas posibles,
sólo hay cosas como piedras, como perros y como humanos, no hay más cosas), en una situación increíble, como sonámbulos.
Cuando yo empecé a tratar de entender (y empecé eso, esto, porque los vi a ustedes, me di cuenta de
ustedes, y desde pequeño había venido viéndolos, pero sólo como a los 17 años
de edad terminé de verlos, desde que tenía 7 años de edad todos mis demás
compañeros siempre sabían menos. Y hoy sé que la inteligencia es un factor,
pero la inteligencia necesita ciertos antecedentes, como el mundo humano
increíble que hoy hay, que hoy ya hay, porque hace 5 millones de años los
humanos éramos comida de los felinos y demás fieras, incluidos nosotros mismos,
y hace 10 000 años todavía habitábamos en cavernas y hace 400 años todavía nos
quemaba la Inquisición, hace 400 años la Iglesia Católica tenía muchísimo más
poder que los imperialistas actuales) yo
no sabía mucho de materialismo, pero los tenía a ustedes, que estaban como
están hoy, increíbles, ciegos, con la mayoría muy ignorante, y con los pocos
que no estaban tan ignorantes perdidos también, en ciencia, en izquierda, en
revolución, en pensamiento materialista… Así empecé, y hoy estoy hasta un mundo
en donde hay mundos como los de los perros y como los de ustedes, y en donde el
pensamiento es el que piensa al mundo, en donde en el pensamiento es el único
lugar en donde emerge el mundo, en donde el pensamiento es el único testigo del
mundo, el único que lo ve, aunque sea con los ojos vacíos de los perros, o de
ustedes.
Lo que hoy somos, nosotros los humanos
del planeta Tierra, sería especial si fuéramos los únicos seres vivos, o sí
sólo hubiera plantas y mariposas aparte de nosotros (o si el pensamiento no tuviera también un lado absurdo, si
toda la inteligencia fuera inteligente, si toda la conciencia fuera consciente), pero hay toda una red tendida, conectada, incluso hay
gorilas y chimpancés (que se parecen más a
nosotros que los perros, pero cuyo pensamiento se queda a un nivel parecido al
del perro), no somos los únicos (“monos”) que no tienen
cola (una cola heredada de nuestros ancestros
peces). Pero los que creen en Dios están muy
ciegos, muy ignorantes… pero los materialistas también, y muchos de ellos ni
siquiera ubican las bases del materialismo (o,
¿en qué se basan los antiimperialistas, en qué basan su lucha?).
Y con este ensayo yo pretendo que los
antiimperialistas entiendan, que los antiimperialistas no sigan confundiéndose,
que la lucha no es contra el imperialismo, que la lucha es contra un mundo, en
el que están incluidos los imperialistas, y los que creen en Dios. Por eso es
difícil la lucha, porque a nadie se le afirman sus cegueras, sino que todo tiene
que quedar desnudo, para por fin poder dejar de estar en esta cosa en donde
ignorantes como los imperialistas pueden seguir medrando, y jodiéndonos a
todos.
Y los extraterrestres son como las
piedras, son como los perros, son como nosotros, son como ustedes (como los que creen en Dios, y como los imperialistas, y
como los antiimperialistas). Los
extraterrestres sólo pueden ser de lo único que en el mundo hay para ser, de la
única forma en que pueden ser las cosas del mundo. Y lo más diferente que hay
en el mundo es el pensamiento, tan poderoso como el de los perros, y tan
peligroso como el de ustedes (y tan malo como
el de los imperialistas y todas las demás alimañas humanas). No hay peores monstruos que los de pensamiento, y
pensamiento sólo hay en niveles como los de los perros y como los de nosotros.
CONCLUSIÓN
De lo que se trata es de arreglar al
mundo, no sólo de poder con los imperialistas. Pero para poder arreglar al
mundo primero hay que entender al mundo. Hay que entender por qué hasta la
fecha los imperialistas han podido seguir medrando, y por qué en el mundo de
los justicieros hay tanta tragicomedia. Hay que entender por qué hay Dios,
aunque no hay Dios, es decir, no hay Dios, pero la mayoría de los humanos sigue
encadenada a él (y a sus
sacerdotes, y lo peor son los sacerdotes malos, que hasta son capaces de
cooperar con malos como los imperialistas).
De lo que se trata es de mostrar las
fallas
(los errores) de los
buenos, de los que pretendemos el bien, los que no queremos injusticia,
desigualdad, pero tampoco ignorancia, porque en la ignorancia medra el mal, el
daño, la ignorancia puede destruir al bien y por eso hasta hoy nuestras buenas
intenciones (del corazón, del estómago, de
poder sentir la injusticia dondequiera que se cometa. Y sé que no hay que
darles más armas a los enemigos, pero lo que importa es la justicia, la razón,
caiga quien caiga, se caiga lo que se caiga, lo que se tenga que caer, lo que
está sostenido en la ignorancia, pero el problema es que el mundo no está bien,
y nunca podrá estarlo, porque el mundo es así, porque así es este mundo
material, y en él los perros y los humanos sólo somos perros, pero hasta hoy
los humanos hemos estado igual que los perros: ciegos, ignorantes, ignorantes
de lo que somos, ignorantes de lo que podemos o no podemos, y no podemos mucho,
pero sí podemos liberarnos un poco, y eso incluye a los imperialistas, los
imperialistas están condenados, por lo menos hay una buena noticia) han fracasado.
La confrontación con las bases de los
sistemas hegemónicos de pensamiento los incluye también a ustedes, no sólo a
los de los imperialistas (ustedes todos
están encerrados en un mundo, y ahí sólo hay un pensamiento hegemónico: ése que
los mantiene a ustedes todos en el tipo de mundo que ven, en el tipo de vida
que viven. Pero así es esto, el ser humano tiene esa etapa).
Porque, hoy no
sólo está marginado el pensamiento emancipador, hoy está marginado el
pensamiento.
Pero así es el mundo, este mundo
material.